martes, 15 de marzo de 2016

NOVECENTO O LA HISTORIA Y SU RITORNELLO



NOVECENTO O LA HISTORIA Y SU RITORNELLO
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Hace casi cuarenta años, Bernardo Bertolucci estrenó Novecento, una larga película en la cual confronta, a partir de sus protagonistas, un campesino y un burgués interpretados por los entonces jóvenes Gérard Depardieu y Robert De Niro, dos visiones políticas que siguen vivitas y coleando en el planeta entero: comunismo y fascismo.
  
La gran industria cultural, dueña y señora de centros comerciales y televisoras, muestra siempre el fascismo antisemita y esconde, con dudosa ingenuidad, las otras caras del fenómeno que atacó con saña los movimientos progresistas surgidos en la Europa del siglo XX no solo en Italia, sino también en España y Alemania, donde fueron ahogados casi sin dejar rastro. 

Pero Novecento, con sus cuatro décadas a cuestas, sigue hablándonos de esa historia y de esas visiones que hoy pugnan, por ejemplo, en América Latina, donde gobiernos progresistas luchan por la autonomía y la independencia de sus pueblos, a la par que la experiencia transnacional opone prácticas de vieja data para seguir aniquilando todo ser vivo que intente desobedecer los dictámenes del capital. Por eso causa gracia cuando algunos ingenuos repiten eso de que el socialismo fracasó con la URSS, de que si es un modelo viejo y superado, que si patatín, que si patatán, como si el capitalismo y su comandante antiprogreso, el fascismo,  no tuviesen también unos cuantos añitos sin dar respuesta a las demandas del mundo, lo cual se ha visto con toda fiereza en estos últimos tiempos con el desmantelamiento del estado de bienestar en Europa y la continuidad de las guerras en Medio Oriente y África, maquinaria que amenaza también, ciertamente, la estabilidad de nuestro continente. 

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 Aparte de los logros artísticos de la película, que son indudables hasta para aquellos que subrayan que es maniqueísta por su parcialización “ñángara”, resulta de interés la construcción de la imagen del fascismo. Sin intenciones de contar la historia, la crueldad del personaje interpretado por Donald Sutherland, el capataz de la hacienda que cuida los intereses de sus amos en contra de la insurgencia de las mayorías explotadas, es cotejable con la de la acción del fascismo internacional de ayer y hoy, aquí y allá. Así nos lo dicen las desapariciones, en la década del `70, de las hijas e hijos de las y los luchadores de la Argentina durante los años de la dictadura militar; la quema en Odessa en el año 2014, de 31 personas que se hallaban en un edificio incendiado por turbas prooccidentales, hecho que, por cierto, quisieron reeditar en Venezuela al intentar prender un preescolar durante las guarimbas del año pasado; y hasta en las facetas del microcrimen, con la acción del dirigente de Voluntad Popular José Pérez Venta, quien mató y descuartizó a sangre fría a su correligionaria Liana Hergueta por no pagarle unos dólares. 

Por eso es bueno volver a ver Novecento, porque el imperio practica la injusticia y el saqueo de los pueblos sistemáticamente desde hace 500 años. Aún somos una propuesta, y como propuesta hay que estar atentos a estas historias que son patrimonio de todos los pueblos que han estado y están en lucha. Confiamos en descifrarlas en toda su magnitud para que no se repitan.

Isora Irala
 


lunes, 7 de marzo de 2016

LA GUERRA ECONÓMICA CONTRA VENEZUELA: GUERRA TOTAL DEL CAPITALISMO / II PARTE


Efectos de una política capitalista de dependencia absoluta, 
sin vocación industrial ni agraria nacional histórica





Como ya lo hemos señalado, en contrario a cualquier posibilidad de predicción revolucionaria, esta situación de esencia jurídica-administrativa y política leonina del Estado venezolano regida por el actual equipo económico del gobierno bolivariano, es parte básica histórica de la estructura súper compleja y perversa del modo de producción y del Estado capitalista, la que ya hemos graficado a grandes rasgos inconclusos respecto a nuestra situación nacional. Y he aquí la gigantesca y enmarañada argamasa, casi inextricable de la juridicidad del Estado capitalista, el cual el movimiento revolucionario tiene que preocuparse por enfrentar, esplendiendo su más alta capacidad de lucidez, en transformar de cuajo, de raíz, cuanto y tanto gobierno bolivariano, socialista. Y esta es una lucha de la más alta envergadura del conocimiento científico revolucionario contra todo el sistema jurídico-legal del sistema capitalista actual, que tenemos que enfrentar de manera impertérrita e impostergable.
 Y por esa razón es que, además, ese mismo contexto constitucional jurídico-político y religioso leonino de Venezuela se mantiene a un punto tal escandaloso. Por supuesto, esto último no excluye ni deja pasar por alto la responsabilidad que, repetimos, en materia de corrupción administrativa, tiene el gobierno bolivariano en su haber con toda aquella parte del despilfarro de recursos monetarios financieros y los desastres en el manejo de empresas del Estado que les corresponde durante estos últimos 16 años7. Y en esto tenemos que ser honestos con nosotros mismos el reconocer estos hechos, dados en la presencia de los sectores sociales y políticos que componen el gobierno bolivariano, tal como lo señalamos en la Quinta Advertencia (ver página 8) sobre el carácter de los componentes políticos y sociales del gobierno. 

Así, y en esto hay muchos números que sobre pasan los diez ceros a favor de la derecha capitalista, incluso que ya hoy sobrepasan más allá de los 200.000.000.000 de dólares fugados por pillaje capitalista burgués al exterior durante estos últimos diez años de gobierno bolivariano. Y que, aun en contraposición de este nuestro gobierno bolivariano, las arcas de los capitalistas nacionales y extranjeros que operan aquí se siguen alimentando gratis y legalmente, por ley y que por ley -ver artículos 81 y 82 de la Ley Orgánica de Administración Financiera-, esa fuga de capitales tiene sus compuertas abiertas. Leyes con las que, incluso toma su papel la confusión de algunos personeros del presente que, según ellos, “¡se busca fortalecer el Estado venezolano de derecho social” con los endeudamientos para fortalecer las Misiones Sociales. Pero, ¿qué Estado “se busca fortalecer si  aquí en Venezuela no se conoce otro Estado, valga la redundancia, sino ¡el Estado capitalista¡  Ahora, a nuestra vera, a la vera de la revolución socialista, al Estado capitalista hay que demolerlo y desmantelarlo en sus bases jurídicas y políticas de deshumanización para poder transformarlo; y nunca jamás fortalecerlo en su institucionalidad deshumanizadora contra el pueblo.

 Por eso, y esto hay que advertirlo, en eso de “fortalecer el Estado de Derecho” que pregonan algunos personeros gubernamentales, aquí no se trata de una confusión, se trata sí de que, y, pues  tenemos que dejarlo bien claro, de que el chavismo sin Chávez, social demócrata él –quienes no tienen nada que ver con el gobierno chavista aunque esos estén en el gobierno-, sobre todo acompañados por los “lobistas” del BM, el BID, etc., confunden exprofeso el socialismo con estatización y se aprovechan de ello, para conformar los nuevos grupos capitalistas de propiedad privada que se están enriqueciendo y se enriquecen a costa del Estado. Así surge pues, el mal denominado “socialismo” de Estado, que se iguala con el capitalismo de estado. Ese que cacarean algunos personeros (del chavismo sin Chávez) cuando hablan de “socialismo” y lo refieren al “desarrollo industrial diversificado”, asociado con las altas magnitudes de las inversiones extranjeras, las  que tienen abiertas todas las condiciones para sus ingresos esperados a nuestro país.


 “La industrialización diversificada del país” hoy -como la de la cuarta república adeca-copeyana de “sustitución de importaciones”- está referida a la inmediatez del poder sin límite de negociación y como acto jurídico de hecho de quien representa el poder del Estado venezolano ante un tercero, para negociar ambos como propietarios privados sobre los medios de producción social del país, en juego. 



Y hay que tener en cuenta además, en esto de las negociaciones con las grandes corporaciones multinacionales y entre los altos funcionarios del Estado venezolano lo siguiente: en el ámbito internacional, las negociaciones con las compañías multinacionales, tratan de negociaciones entre poderes no iguales, bien que términos de propietarios privados capitalistas sobre medios económicos de producción “legalmente” lo justifiquen. Aquí el estatuto jurídico de las compañías multinacionales es superior al de los Estados nacionales, y en este caso, es superior al del Estado de Venezuela.



De manera que -bajo los términos en que los gobiernos de un Estado nacional poderoso (E.E.U.U, por ejemplo) bien pueden penetrar las fronteras de otros Estados en defensa de sus intereses y por la protección de sus ciudadanos-, el gobierno bolivariano está efectuando negociaciones con corporaciones multinacionales de Estados súper poderosos –tan igual que las que realizaron los gobiernos adecos-copeyanos- bajo los términos de la regencia legal y técnica del mercado capitalista mundial de invasiones “legales”, sin ningunos otros términos que los medien. Con el capitalismo no se negocia bona fide.

 

Luego, frente al poder de las determinaciones del derecho internacional con el principio capitalista de “la nación más favorecida”, ¿en qué lugar encajan las determinaciones jurídico-legales del socialismo bolivariano para garantizarle a la nación, al pueblo, su derecho frente a la expoliación y depredación de esas corporaciones multinacionales capitalistas con las que se ha negociado y se negocia hoy, mediante los mismos mecanismos jurídico-económicos, con los que ingresan al país, según esos sus términos y fines históricos, si dichos actos son los regimentados por los formulismos jurídicos de inversión que reproducen la impunidad capitalista de las invasiones a los territorios nacionales? Ya sabemos que nos enfrentamos en combate de vida o muerte contra toda determinación del derecho capitalista.



Y en este caso, las determinaciones políticas, jurídicas y estratégicas del “socialismo” de Estado ante el capitalismo, ¿cómo han de responder como garantías ante la nación sí, inopinadamente, con argumentos políticos dudosos e inconsistente, con ellas se han convalidado previamente la entrada de los capitales transnacionales a nuestro país de acuerdo con la juridicidad capitalista imperial, caso de la anuencia del Multilateral Investment Garant Agency (MIGA), organismo asegurador que pertenece al Consejo de Seguridad de la ONU respaldado por la OTAN? Ya sabemos que, en los términos de esta aseguradora, de antemano las determinaciones jurídicas con las que ingresan los capitales extranjeros a nuestro territorio se prestan para todo, menos para favorecer a la nación venezolana, al pueblo masa, desamparado y desasistido de todo y cualquier derecho, aunque se hagan en nombre de los trabajadores y del pueblo. Pues, porque siempre hay un rasgo de impunidad dado en las leyes que autorizan esas negociaciones. Y sin embargo, luego, en lo posterior, a la hora de responder de quienes han representado al Estado en nombre del pueblo y de los trabajadores, quienes lo han hecho nada responden y quedan cubiertos por la impunidad después que se van.


El tiempo pasa inexorablemente en los hechos ejecutados. Y en esto, ¿hasta dónde somos responsables históricos aquellos que hemos manejado los asuntos públicos en nombre de la revolución socialista? El hecho de tener el poder del Estado no garantiza per se el tener la responsabilidad histórica de los actos irresponsables que se cometen en nombre de la revolución. Esto hay que grabarlo en la piedra indisoluble de los hechos del tiempo.



Al respecto de los referentes históricos sobre este aspecto, refiriéndose al “socialismo de Estado”, ya desde finales del siglo XIX antepasado, Engels en una carta que le envió a Karl Kautsky el 29 de junio de 1891, le expresa lo siguiente: “El llamado socialismo de Estado sustituye al empresario privado por el Estado, reuniendo así en una sola mano el poder de la explotación económica y el de la opresión política del obrero”. Y esto, pues, que es de lo que se trata en este nuestro caso aquí en Venezuela, ese “socialismo” de que se habla en la jerga oficial, le resulta totalmente extraño a la concepción real del socialismo de los trabajadores, del pueblo-masa; porque ahora mismo recordamos a Nicolás Bujarin –La Revolución Proletaria y la Cultura 1923-:  [sino se pone término al proceso de burocratización y dirección burguesa] terminaremos en una situación en la que todas nuestras declaraciones, las banderas, el canto de la Internacional, la forma soviética del gobierno quedarían en su sitio exteriormente, mientras el contenido interior de todo eso se habría transformado ya: ese contenido correspondería a las esperanzas y a los intereses de esta nueva capa burguesa que crece constantemente y se vuelve cada día más fuerte… La vieja burguesía podrida habría sido reemplazada entonces, gracias a la revolución rusa por una nueva burguesía que no retrocede ante nada, que se franquea su vía nacionalista [ojo, capitalista nacional] del internacionalismo para avanzar hacia una Rusia capitalista y burguesa nueva”.  Advertencias como ésta le causaron a Bujarin en lo posterior la muerte; la estructura burocrática contrarrevolucionaria agazapada, entre la que se encontraba Nikita Khruschev, lo fusiló en 1938.


Magistralmente Bujarin dibujó lo que ocurrió en Rusia 58 años después; y graficó a su vez, con esta su obra, una advertencia de la Revolución Rusa para nosotros en Venezuela ahora y aquí, con una visión que cubrió más allá de 80 años, y pues, ya desaparecida esa misma Revolución Rusa hace unos 25 años, desde 1989 a esta parte de hoy. 


Presidente Maduro, usted, la dirección del PSUV y el movimiento revolucionario de Venezuela, tienen que tomar notas muy serias y resaltadas de estas advertencias.  Porque usted mismo, reconociendo “que aún existen los restos de un Estado burgués, del burocratismo dentro de las instituciones y dependencias del Estado” (02/09/2014), lanzó la estrategia de las “Cinco Revoluciones Dentro de la Revolución”. Y sin embargo hoy, a nuestras alturas, ¿dónde están los actos en práctica viva y el impacto de los efectos de esas cinco revoluciones dentro de la revolución con nuestra situación económica social, política y económica en deterioro por efectos diabólicos de la ecuación de Malthus? ¿Dónde está la extensión y la profundización del avance hacia la vía del socialismo por efectos de esas cinco revoluciones? ¿A qué grados y niveles se ha incorporado a las poblaciones y masas trabajadoras al proceso revolucionario de realización del socialismo con su participación activa en la resolución del combate contra el deterioro de los niveles de sus medios de trabajo y de vida poblacional, según las cinco revoluciones dentro de la revolución? ¿Hemos perdido el camino, el rumbo y la orientación hacia la vía del socialismo? ¿En qué ha quedado el legado del Comandante Chávez, o, acaso, terminaron todos nuestros sueños con él?

Estas son interrogantes, no son afirmaciones. Tampoco sugerimos dudas.


La trampa macabra y diabólica de los mecanismos económicos, monetarios y financieros del capitalismo
“Todo lo que facilita los negocios, facilita también la especulación”  C. Marx.

1.- Con la edulcuración del lenguaje técnico-económico de los especialistas y expertos, todo lo referido a las programaciones de movilizaciones monetarias, financieras, productivas y comerciales respecto a la política de diversificación del desarrollo industrial nacional, las estrategias de objetivos y fines de invasión y depredación de los capitales multinacionales se ocultan y se obvian en los contenidos de las planificaciones de dichas inversiones. Este es el papel de las políticas de coordinaciones macroeconómicas diseñadas por los Bancos Centrales. Mañosamente, tras los acuerdos y convenios, los procesos económico-productivos de las corporaciones multinacionales, siguiendo esa vieja ley de las relaciones de dependencia contienen en sus estructuras de costos y en los actos comerciales programados con sus márgenes de ganancias cada vez más crecientes, rentabilidades que les garantizan, también, las cada vez más altas tasas de rendimiento de esos capitales inversores en los espacios nacionales que invaden. Pero estas son las consecuencias económicas y financieras  más visibles dentro de lo que nos es permitido ver, de acuerdo con los mecanismos y postulados básicos de la economía capitalista. Pero, y he aquí el meollo de la gran contradicción que se esconde, es apenas en este marco en el que siempre el movimiento revolucionario hace (hacemos) con más énfasis su análisis.

El asunto es que nosotros, en general, sin darnos cuenta, el gobierno, ha permitido que así se siga configurando, mediante los mecanismos monetarios y financieros con sus operatividades in situ, la total subordinación de las políticas de industrialización y desarrollo social de nuestro país como recipiente de inversiones, mediante la justificación de ellas  a las estrategias de las empresas multinacionales. Y en esto los gobiernos, supuestamente revolucionarios, no se dan cuenta que en tanto estas corporaciones multinacionales se acantonan como contingentes militares tomando, mediante invasión exprofesa, los espacios económico-productivos y comerciales-sociales, modifican los ámbitos de costos monetarios y financieros al dominar los sistemas de precios en las distintas ramas y factores productivos y comerciales de los países donde operan8. Y de la misma manera, influenciando a los famosos “expertos” de los gobiernos, tal como en nuestro caso, mediante los “lobby” de las mismas corporaciones multinacionales, los de los organismos multilaterales BM y FMI, el BID y otros adláteres, introducen los mecanismos más perversos para someter las decisiones soberanas de los gobiernos a la mandorla de su sabiduría infinita monetaria financiera. Así, las inversiones extranjeras junto con la política de los endeudamientos, aunados con otros mecanismos de creación de dinero abstracto, de papeles, dinero ficticio del mercado abierto, los que se prestan a ese macabro juego, sin darse cuenta, pues, al país lo van envolviendo y preparándolo en salsa para engullírselo. Todo mediante incluso, las mismas leyes nacionales, aprobadas en los mismos congresos o asambleas nacionales. Y este es el otro aspecto que, generalmente, no ve el movimiento revolucionario y, por tanto, nunca va al fondo de la misma juridicidad establecida dentro del contenido de las mismas leyes.  

Así los certificados de depósitos, las cartas de crédito bancario y el sistema de fianzas junto con toda una serie de instrumentos económicos de representación monetaria residual en términos de dinero ficticio, operan como mecanismo coadyuvante de una enervante trama de conspiración, invasión y despojo de nuestro contexto histórico. Otro mecanismo diabólico es el mercado del dólar paralelo, mediante el cual, a más de utilizar las trampas del soborno, de los chantajes y todas las demás formas de la corrupción, burlan, con complicidad de los bancos internos, todos las normativas de las leyes nacionales, como lo hicieron después del famoso “viernes negro” de 1983 bajo el gobierno de Luis Herrera Campins9.  Así, con las inversiones disímiles, a su vez crean nuevos intersticios de utilización de los recursos monetarios utilizables de los países, como los beneficios sociales acumulados de los trabajadores, que es manifestación propia de la ley de distribución de la tasa de ganancia entre los capitales, nacionales y extranjeros10. Este es un proceso de procesos  que se sigue dando hoy con su gobierno presidente Maduro, y usted está envuelto en él como jefe de Estado. ¿Tiene usted conocimiento de esto o está totalmente inocente de ello? Mas en todo caso, lo que sí es cierto dentro de esta trama diabólica, es que quien le aconsejó a usted que tomara, por ejemplo, la medida de la modificación del tipo de cambio de 4,30 a 6,30 en momentos en los que el presidente Chávez estaba en agonía en febrero 2013, sabía muy bien las consecuencias nefastas que se iban a desatar contra su gobierno, contra el proceso revolucionario y contra el pueblo de Venezuela, especialmente en ese momento de tanta tensión angustiosa y de incertidumbre, porque ya lo tenían preparado. Presidente Maduro, ese ajuste del tipo de cambio que le aconsejaron que usted realizara en aquellos momentos, fue una trampa que le urdieron, le tendieron, perversa y malsamente para que usted perdiera las elecciones del 14 de abril de 2013. ¿Se explica por qué el enorme y gran bajón en la votación electoral de las fuerzas revolucionarias en abril de 2013, cuando en la mayoría de las encuestadoras se daba 10% de ventaja sobre el candidato de la derecha? 

Pero, ¿por qué, cuáles razones de fondo estratégico por las que  aplicar esa medida de ajuste del tipo de cambio exactamente en esos momentos de tanta incertidumbre política, social y económica y en los que la derecha capitalista estaba atacando con toda intensidad mediática a sus fines electorales? ¿Por qué lanzar semejante medida sin especificar un fondo de estrategia económica revolucionaria con objetivos de avances y de profundización, cuando no eran los momentos de prioridad y de urgencia revolucionaria a los efectos?
 
2.- De allí que iniciada la guerra económica en marzo de 2013 con el ajuste del tipo de cambio de 4,30 a 6,30 por dólar, en mala hora propuesta por los “expertos” de este su gobierno, presidente Maduro -aprovechando falazmente aquellos angustiosos momentos de la agonía del comandante Chávez y de confusión-, lo primero que hicieron las compañías multinacionales que operan en Venezuela fue reajustar inmediatamente los sistemas de precios de sus productos en conexión con los aumentos que se estaban disparando en el mercado negro. Y esto lo hizo en lo inmediato la Johnson and Johnson. Para el primer trimestre del año 2013, esa empresa reajustó los precios de ese trimestre en pañales, aceites, lociones para niños, papeles sanitarios y toallitas para mujeres, etc, en 100 millones de dólares más de lo programado en el año anterior. Y de la misma manera lo hicieron todas las demás- desde la General Motor, General Electric, Chevrolet, Ford, Chrysler, y en general -provocando esa endiablada explosión inflacionaria que hoy nos sigue conmoviendo incontenible, y a un punto tal, que una esponja para lavar platos, que costaba 2,50, tiene precio ahora de Bs. 500,00 fuertes. O sea, que una esponja para lavar platos tiene más precio que medio cartón de huevos, y con un aumento porcentual en dos años de 20.000%. ¡Increíble!

Lo medular de todo esto es que -en un juego macabro de buitres ante restos de animales muertos que nos recuerda los mejores momentos de aquellos empresarios y banqueros norteamericanos llamados los “barones del robo” como Henry “el silencioso” Keep, Daniel Drew (cuyo nombre, incluso, lleva una universidad), Jay Gould, Cornelius Vanderbilt entre otros de los ladrones de los más ladrones antecesores de Rockefeller y J.P. Morgan-, esos grupos multinacionales y banqueros se apoderaron de la dirección de los sistemas de precios en nuestro país. Pero, ¿y cómo lo hicieron?

3.- La complicidad del chavismo sin Chávez con su tecnicismo neoliberal.

a) En esto hay grandes contradicciones de fondo en cuanto a los contenidos del pensamiento económico –las que implican de por sí la gran metódica de pie universal de pensamiento capitalista con sus códigos y claves de lenguaje económico-, que ameritan desentrañarse y requieren urgentemente problematizarse desde el punto de vista de la concepción científica de la revolución socialista. 

Y en este respecto, el presidente Chávez tenía conciencia de que, en esta fase del proceso revolucionario, para poder avanzar con una política económica estabilizada más o menos -frente a la política neoliberal de la Escuela de Chicago de Milton Friedman y von Hayeck ejecutada por la cuarta república-, era necesario aplicar la política keynesiana. Política que permitía ejercer, relativamente, un control autónomo por parte del Estado de sus ramas generales de precios dadas en los distintos sectores de la producción y el comercio y, además, sostener el control sistemático y cuidadoso del tipo de cambio, aún con la modificación drástica del tipo de cambio realizada en el año 2010 en lo posterior. Y en esto último el presidente Chávez no le permitió liberalidades “técnicas” a su equipo económico, frenando de manera persistente el denominado “efecto transferencia” que produce el tipo de cambio en el juego del comercio internacional con el dólar, como (dinero caro que produce más dinero) impulsador de subida de los precios de los bienes en el país. Por consiguiente, al controlar, en lo más que pudo aún sin baremos de seguimientos y de eficiencia productiva las cuantías de entregas de divisas a los distintos sectores privados, a partir de 2003, también mantuvo frenada la acción perversa del mercado paralelo, con lo que los niveles de inflación los mantuvo oscilando en más de 10 y menos de  20%, de manera consecutiva unos 10 a 11 años, en general. 

Pero esta situación de (más o menos) estabilidad económica-social, y que se mantenía en equilibrio precario ante la presión del capital multinacional, al abandonarse el criterio de aplicaciones de control vigilante sobre el tipo de cambio y la línea general de precios internos del país, se resquebrajó totalmente ese dicho equilibrio, se rompió y volvió añicos sin la presencia del presidente Chávez. Ello era susceptible de que ocurriera puesto que el mismo presidente Chávez no aprovechó la situación favorable a su liderazgo y proceso revolucionario después de realizado el Referéndum del 2004 para avanzar con transformaciones jurídicas revolucionarias en la estructura del Estado y con políticas de transformaciones en los planos de la estructura económica, buscando a su vez el diseño y establecimiento de una nueva economía política revolucionaria de transición al socialismo, todo ello incorporando masivamente a la población, a los trabajadores, aprovechando el desconcierto de la burguesía interna e imperial y darles a su vez un tremendo golpe estratégico demoledor. Ello no ocurrió por no preverse. 

En su oportunidad, cada triunfo revolucionario tiene que ser aprovechado al máximo con la estrategia de avance y profundización de las transformaciones estructurales de la revolución socialista. Por el contrario, nunca regodearse por los resultados del triunfo circunstancial sobre la burguesía, ni mucho menos creer en sus diálogos hipócritas de “democracia de derecho social”. Y eso fue lo que se hizo en lo posterior con la victoria electoral de las elecciones a la presidencia de la República que ganó el presidente Chávez con la consigna de Rumbo al Socialismo en el 2006. Esta fue otra extraordinaria oportunidad que se perdió.

Es importante recordar ahora que luego -ante la presentación de la Memoria y Cuenta correspondiente a la gestión del año 2010, con ocasión del reinicio de la nueva Asamblea Nacional a principios de enero de ese año en la que se eligió presidente de la misma al diputado Fernando Soto Rojas-, todos los ministros del gabinete del presidente Chávez se aprestaron ante dicha Asamblea Nacional por una propuesta que hizo el presidente Chávez,  en comparecencia ante los distintos diputados. Y si bien que, a más hacer una muy buena representación sobre los asuntos de su competencia, dichos ministros, encabezados por el Dr. Giordani, le dieron una soberbia paliza a toda la representación de los diputados de la derecha en ese entonces, tampoco se aprovechó ese momento favorable a las fuerzas revolucionarias para replantear el impulso estratégico de avance hacia la vía del socialismo, estableciendo a su vez las fases de definición de objetivos de la entrada hacia el socialismo, la de su transición. No se aprovechó de manera suficiente y eficiente esta extraordinaria y excelente tribuna política y publicitaria –incluso con alcances de comunicación más allá de lo nacional y de América Latina y del Caribe-, para establecer diferencias claras y precisas entre las condiciones y estado de la vida de las poblaciones del presente, respecto a las del régimen capitalista,  establecidas con nuevos parámetros sociológicos en términos del humanismo en marcha, como concepción fundamental del socialismo. Esto, como concepción epistemológica de la revolución socialista que se amerita con acervo de moral invencible, aún no se tiene claro todavía.

Pero no, nada de esto se hizo, y el presidente Chávez más bien fue pasivo y permisivo en aras de una estabilidad democrática burguesa, la que le oponía su presión golpista incesante, y en mucho descuidando las determinaciones de estrategias políticas económicas a sus técnicos burgueses, que no conocen otras determinaciones de conocimientos económicos y monetarios-financieros que las del capitalismo, las de las ciencias económicas burguesas: todas las respuestas que exige la sociedad las da el capital. Sin capital no hay desarrollo. Y ese fue su pecado mayor, con el que se están obteniendo estos resultados desastrosos de hoy, contra nuestro gobierno, país y pueblo.

Por esas razones, el  equipo económico con su visión tecnócrata neoliberal, neo-manchesteriana incluso, aprovechó la enfermedad del presidente Chávez y, seguidamente, tomó en lo inmediato  la dirección económica –aconsejado por el “lobby” del BM, el FMI, etc., con su siempre viejo cuño de coordinación macroeconómica de manera que “Las fluctuaciones del tipo de cambio nominal (que) tienen implicaciones para las políticas económicas (monetaria, cambiaria, fiscal, y sectorial), el comercio internacional y los resultados macroeconómicos (inflación, crecimiento, empleo y balanza de pagos)”11  tuvieran sus efectos “pass-through” (efecto transferencia) a placer. Y pues, en el que la inflación es el referente básico de la tasa de ganancia y la del rendimiento de los capitales que operan en el país, de acuerdo con la teoría de “Las expectativas racionales”. 

Esto es, bien que manteniéndose el discurso bolivariano para la referencia política de los asuntos públicos y sociales, en la dirección de la estrategia económica del gobierno, se volvió a reinstaurar la vieja y misma política neoliberal de los gobiernos adeco-copeyanos, en tanto las corporaciones multinacionales junto a lo más nefasto de la sindicación financiera mundial -mediante las decisiones de política económica, monetaria y financiera tomadas por la dirección del Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Economía y Finanzas-, han retomado la dirección de los sistemas de precios en nuestro país, de manera directa. 

De ahí se explica por qué la brutalidad explosiva e impune de la subida de los precios afecta con su impacto brutal a las gentes de los veinticuatro estados de nuestro país, de manera imparable. Pues,  porque la estrategia soterrada de su equipo económico apunta para elevar los niveles de la inflación a tono con las exigencias de elevar la tasa de rendimiento de los capitales que ingresaren en nuestro país. Apunta a “crear el clima propicio para las inversiones extranjeras”. Esta es la premisa fundamental del neoliberalismo.

b) Bien que el mecanismo de control sistemático del tipo de cambio, bajo los términos de la poderosa presión del capital multinacional, que es la que imprime el dinamismo económico productivo, comercial y financiero del mercado mundial, para ningún país es sostenible a largo plazo. Y esto fue lo que causó la caída estrepitosa de la URSS, cuando el imperialismo norteamericano produjo el cambio abrupto del paso de la economía keynesiana a la neoliberal de la Escuela de Chicago y que, a su vez, se constituyó el mercado del eurodólar, ayudado incluso, por y con los mismos recursos monetarios y  financieros de la Unión Soviética con las ventas de sus grandes reservas de oro, las que Stalin había preservado para financiar la guerra contra los Estados Unidos, y otros recursos que no se habían ubicados en las instituciones financieras capitalista oficiales y otros que se rescataron de la banca norteamericana, se creó así el mercado del dólar en Europa cuando –con las modificaciones del tratado de Bretton Wood- los Estados Unidos estatuyó la no convertibilidad del dólar y lo estableció como moneda patrón, 1969-1971, con un régimen de tasas de cambio flotantes, con el dólar como moneda reserva y fundamental, medio de pago en las negociaciones internacionales. Esto es, el mismo manejo tecnócrata y burgués de los expertos económicos de la Unión Soviética después de la muerte de Stalin, entre los que se encontraban Leonid Kantorovicht, premio nobel de economía de 1975 (teoría Óptima sobre la Asignación de Recursos Escasos), propició el fortalecimiento de los mecanismos económicos y monetarios-financieros capitalistas, con cuyas aceleraciones de precios en el mercado mundial dados por la política neoliberal –ley de Corriente Interna de Igualación de Precios Múltiples12-, constituyeron el catalizador fundamental de inflación explosiva para derrumbar la estructura económica y sistema político institucional de la URSS no fundamentado en la mera y palmaria ganancia capitalista, bien que estructurado en el mismo esquema político-jurídico de dominación en el que toma su referente ideológico. 

Y en cuanto a nuestra situación, sin embargo, que era la estrategia del comandante Chávez, este mecanismo del control cambiario, junto con otros términos de la política económica keynesiana, por ejemplo el del efecto multiplicador, venía permitiendo un intervalo de tiempo de regularización de las actividades económicas internas de nuestro país a tono más o menos con los intentos de establecer  una política de transformaciones revolucionarias, aun dentro del modo de producción capitalista, con una circulación de mercancías más o menos reguladaa las necesidades totales del pueblo. 

Históricamente, a partir de 1933, éste ha sido un factor muy importante y el presidente Chávez lo supo manejar bastante bien, puesto que logró estabilizar el valor de nuestra moneda circunstancialmente entonces. Este factor que propicia la economía keynesiana del manejo autónomo nacional de los sistemas de precios, fue el que favoreció enormemente la acción de la política económica de la revolución rusa durante más de cincuenta años. Y el imperio, con su larga experiencia, para nuestro caso del gobierno bolivariano, aprovechó los momentos de desconcierto nacional que causaba el estado de agonía del comandante Chávez y atacó en lo inmediato mediante su “lobby” económico, mucho más efectivo que con su injerencia política directa de desestabilización y golpismo. Y nada de esto lo pudo prever en el movimiento revolucionario nuestro, ni siquiera como vislumbre de aviso, lamentablemente, por no tener estudios e investigaciones a estos efectos.

c) Bien, hasta aquí. Esta es la situación que tenemos. Y pues además, constituye para Venezuela, para la revolución bolivariana, socialista-comunista quiéranlo o no, el  punto límite en el cual nos encontramos aquí y ahora. El punto límite es aquel, de acuerdo con nuestra apreciación de estos hechos, para el caso de algún tipo de conocimiento que ha alcanzado su techo respecto a la solución de los problemas que les atañe, en el que no puede avanzar más. Punto en el que una vez llegado a él, agotadas todas las previsiones teóricas, de conocimientos, y prácticas del proceso de explicaciones y de soluciones, su conocimiento cae en la invalidez total. Un ejemplo totalmente válido de la llegada al punto límite, los últimos momentos de la URSS 1989—1991. En aquellos momentos, con la elongación de la crisis económica, la que ya venía con su crecimiento en bola de nieve, que envolvió abruptamente a la URSS –encarecimiento de los alimentos con escasez y grandes colas para conseguirlos, aumento del desempleo, el peso del pago de las deudas que aumentaron después de la década de los setenta, disminución de las divisas y reservas de oro y muy limitadas por las ventas de los gobiernos de Khruschev, Brezhnev, y Andropov-, se les fueron  cerrando todas las salidas de la revolución y el avance en marcha se detuvo y paralizó totalmente en medio de una gran debacle económica-social, política y militar. Y a la vez, todo el mundo cayó en un estado general de desconciertos, confusiones, sectarismos, contradicciones y conflictos, y quienes tenían el poder entonces, como propietarios privados, resolvían los conflictos por la agresión y la represión a las anchas y reales ganas de sus intereses burócratas contra cualquier crítica en contrario, aunque ésta fuese de sus propios partidarios. En este ámbito la derecha contrarrevolucionaria, junto con la interna que estaba agazapada dentro del Partico Comunista con Yeltsin a la cabeza, toma la dirección de la opinión pública sobre los hechos políticos, económicos y sociales con sus medios de comunicación masiva en manos de la derecha capitalista y se fortalecía cada vez más; mientras, con su ataque oportunamente feroz, debilitaba y quebraba la revolución. Las ventajas económicas que recaían sobre la población y en general, soportadas sobre avances científicos y tecnológicos planificados (hombre-máquina hora) términos de productividad, y soportados sobre planes y programas de investigaciones con las que, en principio, la URSS primero igualó y luego se empinó con su tasa de productividad –con excepción en la producción de electricidad- sobre los Estados Unidos a principios de la década de los cincuenta hasta los años sesenta aproximadamente, se fueron desvaneciendo y se  tornaron más bien en desventajas cada vez más pronunciadas en tanto el sistema socialista, estructuralmente muy deficiente en sus bases, se acercaba cada vez más, inexorablemente, a su punto límite de inflexión, en el que explotó. 

 Es importante señalar que el equipo económico del gobierno (y el mismo gobierno  del Kremlin) de la URSS,  ya en esos momentos,  estaba totalmente  bajo el control del FMI, BM, de la Universidad de Harvard con sus lobbies y del Departamento de Estado del gobierno norteamericano, quienes les dictaminaban directamente qué debían y tenían que hacer ante su crisis. Efectivamente, Gorbachov pactó con el gobierno de los Estados Unidos la disolución de la URSS, a cambio de la pérdida de influencia sobre los Países Bajos y del área de Afganistán. Gorbachov se tragó (bona fide) el cuento del cese de la guerra fría que le prometió el imperialismo norteamericano. 

La gran revolución rusa con la URSS a la cabeza, no pudo superar el modo de producción capitalista ni su formación social política-histórica. Es decir, la URSS no pudo superar con su método general de experimentación social-productiva al método general de experimentación capitalista porque, con la realización práctica de los hechos que se hacían, el método general de experimentación del denominado “socialismo real” era el mismo que el del capitalismo. Tenga usted presidente Maduro en cuenta este pequeño detalle.

Esa fue, tal vez, una parte muy importante de lo que pasó en la URSS con su derrumbamiento estrepitoso, y pues, esa lamentable experiencia debemos tomarla muy en cuenta en nuestras circunstancias coyunturales, pues, ante este poderoso y vasto enfrentamiento contra el sistema capitalista, este ejemplo bien nos puede servir de referencia básica a nosotros, presidente Maduro, ante esta complicada situación en avalancha demoledora contra la revolución bolivariana que vivimos en Venezuela, respecto a lo que no debemos hacer y a lo que tenemos que cuidarnos no hacer nunca jamás frente a las estructuras de poderes de dominación del imperialismo capitalista, tan vastamente poderoso él.
 
Y respecto a nuestra situación nacional, presidente Nicolás Maduro, después de la desaparición física del presidente Chávez, se presiente, se siente e intuye que con el deterioro imparable de las condiciones de vida de la población, algo no está bien. Algo tiende a estar cada vez peor, en tanto ese otro algo tan grandioso chavista para nuestro país, para nuestra historia, sentimos que se nos cae sin remedio, incluso aún dentro de nosotros mismos no solo lo presentimos sino que lo estamos viviendo en carne.
Vea usted presidente Maduro, en el curso de estos últimos dos años lo que los trabajadores venezolanos hemos pagado por explotación  a los capitales nacionales y extranjeros asentados en nuestro país se ha triplicado en cuantía de esfuerzos de la masa de trabajadores venezolanos. 

Del total de  nosotros los trabajadores, alrededor de más de 19 a 20 millones de venezolanos activos y no activos, por pagos de intereses de capital, de dividendos y reservas, de costos a sus funcionarios, de ganancias y gastos de realización de la guerra –mediática, de plumíferos y opinadores con sus programas de televisión y escritos y de golpistas- contra el gobierno y el pueblo venezolano, ha salido el equivalente del producto monetario-financiero producido por alrededor de 60 millones de trabajadores, en lo que apenas somos 19 millones. Y esta brutal explotación del capital nacional junto con el capital multinacional contra el pueblo de Venezuela, su equipo económico tiene alta responsabilidad que se haya cometido impunemente, a través de las mismas leyes económicas del capitalismo explotador e infrahumano que su equipo económico sustenta. Esto no podemos ocultarlo porque si no, nosotros también seríamos cómplices espernibles de ello. 

Presidente Maduro, cuídese del neoliberalismo de su equipo económico y mucho más cuídese de los lobbys que su equipo económico recibe del FMI, del BM, del BID y del Bank of America entre tantos otros lobbies con sus “asesoramientos” soterrados, camuflados, entre tanto otros, los que están interconectados con la CIA y el Departamento de Estado en la materia de información y decisiones económicas financieras, que ellos conocen muy bien sobre Venezuela, sobre la situación cada vez más crítica de su gobierno. 

Por supuesto, no presumimos acusaciones contra usted, porque sabemos sus esfuerzos y de su responsabilidad ante tan poderoso complejo de cosas. Son, más que todo, reflexiones las que, entre todos, nos hacemos llegar a nosotros mismos con honestidad e integridad revolucionaria. 

REFERENCIAS



7 Siguiendo aquella misma vieja política adeco-copeyana de ineficiencia e impunidad administrativa con empresas estatizadas del Estado, la nacionalización de la industria siderúrgica, las de las centrales azucareras; junto con los centros comerciales, cadenas de supermercados y las areperas socialistas, las de comunicaciones, las de los servicios de aeropuertos, del sistema bancario, las de industrias de lácteos y tantas otras, como las torrefactoras de café, en la mayoría de ellas la burocracia capitalista se las ha tragado, dejándonos este nefasto resultado de quiebras y despilfarros, sin que ninguno de quienes han cometido esos desastres se les haya aplicado justicia. Página 22.



8 Éste ha sido y es el papel estratégico de las grandes corporaciones multinacionales con sus densas e intensas magnitudes de capitales cuales acantonamientos de instrumentos económicos financieros en plan de invasión de los distintos espacios nacionales del planeta que han sido tomados, mediante las inversiones, en sentido geopolítico-militar: estratégico. Así la Unilever; la General Motor; la Ford Motor, la Chevrolet, la Coca-Cola; McDonald; la IBM; la Atlanty Richfield Company; Fiat, adscrita al grupo Sikorsky (consorcio aeronáutico); la Sony: la Matsushita Electric; la Industrial Chemical International (ICI), cuyo dueño, Sir John Harvey-Jones, maneja a sus trabajadores, y en general, como a su burro: “Montar un burro es fascinante porque sólo se puede montar estando en la mente del animal; se tienen muy pocas ayudas, muy poco control sobre el animal, solo se tiene la voz”. Y así con Petro China, HSBC Holding; General Electric; JP Morgan; Royal Dutch Shell; la Chevron; Exxon Mobil; y tantas otras más que, ubicadas en las quinientas más grandes en lo internacional, plagan el planeta con sus capitales expresados en miles y miles de empresas más, las que constituyen a la vez, grandes corporaciones militares, adláteres a los ejército de los gobiernos del imperialismo norteamericano-europeo. 27.

9 Con la crisis por no obtención de divisas que ocurrió con el ajuste del tipo de cambio de 4,30 y 6,00 bolívares por dólar en febrero de 1983, y luego, en 4,30 y 7,50 bolívares por dólar en febrero de 1984, en ese lapso, todas las industrias y empresas comerciales en su gran mayoría no pudieron cumplir con sus compromisos de pago, y ante esta situación entonces, grupos políticos oportunistas adecos y copeyanos crearon empresas fantasmas y se colearon en las listas de industriales y empresarios buscando obtener dólares con sus empresas de papeles, muchos de ellos logrando el reconocimiento de dichas deudas por parte del Estado. Se dan aquí dos fenómenos: 1) dentro de las normativas establecidas por la  Superintendencia de Bancos acerca de la obligación de las empresas de presentar, por un lado, Certificados de Fianzas, emitidas por los bancos  a favor del fisco, para poder garantizar la utilización de divisas a cambio preferencial otorgadas por el Estado; y 2) presentar Fianzas de conformidad mediante las cuales la banca le garantizaba a Recadi que la conformidad de importación de los bienes comprados al exterior, eran bienes que estaban situados en puerto. Por la otra, junto con las operaciones normales de captación de los bancos, entre las que se sumaban las del doble otorgamiento de fianzas y el reconocimiento de las deudas admitidas por el Estado de todos los bancos, todo ello llegó a exceder el límite de obligaciones establecido por la Ley General de Bancos y Otras Instituciones, que era dos (2) veces su capital pagado y de reservas (Arti. 32), como así también para el encaje legal  Luego, el exceso de solicitudes de ambas garantías sobrepasaron a su vez, en montos monetarios, la capacidad de los encajes legales de los bancos frente a las disposiciones del BCV, y ante esta situación violatoria la Superintendencia de Bancos apeló a regularizar dicha situación en cuanto al otorgamiento de la doble garantía, de manera de parar la extracción desaforada de divisas, para lo cual emitió una Resolución el 4 de abril de 1984. Resolución que la Asociación Bancaria rechazó, y, seguidamente, se dirigió al Ministerio de Hacienda solicitándole que derogara la Resolución de la Superintendencia de Bancos. Sin embargo, el Ministro de Hacienda ratifico la Resolución de la Superintendencia de Bancos. En total, toda la banca del país, con excepción del Banco de Venezuela violó todas las normas legales establecidas entonces. Entre tanto, a lo largo del proceso desmantelaban con el robo descarado y abierto toda la estructura crediticia del Estado: la Corporación Venezolana de Fomento; el Banco Obrero-INAVI; el Banco Industrial de Venezuela; el Banco Agrícola y Pecuario-Bandagro; el Banco de los Trabajadores de Venezuela; los Bancos de Fomentos Regionales; el ICAP y tantos otros. Así mismo se robaron completos los bancos BND y el Banco de Comercio junto con el Latino.  Página 27.

10 La ley de distribución de la tasa de ganancia nacional se define por la de distribución d  la tasa de la plusvalía nacional obtenida del trabajo (x) entre las  formas básicas del capital, de los capitales (y) que ocupan el territorio nacional. Esta ley de distribución de la tasa de ganancia nacional se establece por coordenadas y velocidades en función del tiempo (t) de movimientos del capital para su recomposición, en presencia de un campo potencial de fuerzas arbitrarias (precios) establecidas para el rendimiento (precio) neto de los componentes del capital que constituyen los mecanismos operativos del mercado. Y en este aspecto, la velocidad del interés del capital (i)  por la sobredeterminación precio (z) no depende de la velocidad de los demás factores de la estructura económica productiva real, sino que el eje que determina la dirección del movimiento de todos los factores económicos, lo determina como corazón y cerebro del sistema económico mundial el del precio del dinero financiero que encabeza la punta inflacionaria Z, en términos de Corriente Interna de Igualación de Precios Múltiples (ley). Y por esas razones, esta ley de distribución afecta destructivamente la distribución óptima de los servicios del trabajo entre las diferentes industrias y ocupaciones, empezando por la desutilidad marginal creciente que producen los capitales agiotistas o abstractos, de papeles, de los mercados de capitales a los capitales productivos, de producción real de bienes y servicios del país. Los técnicos del gobierno con su neoliberalismo, fundamentalmente los del Banco Central de Venezuela, no ven estos efectos nocivos contra los capitales de la nación. Página 28.

11 Estas son expresiones del Dr. Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, quien hace el prólogo de libro EL EFECTO TRANSFERENCIA (pass-through) DEL TIPO DE CAMBIO SOBRE LOS PRECIOS EN LATINOAMÉRICA, Omar Mendoza Lugo (editor) . Obra con la que se expone y expresa la esencia del pensamiento económico neoliberal de la dirección del Banco Central de Venezuela, y parte muy sustancial de la política económica monetaria del gobierno bolivariano en estos momentos. Página 32 de este texto

12 Esta es una ley deriva de la ley de los precios crecientes, es una regularidad de ella. Constituye una ley covariante que regulariza los términos de la ley de precios crecientes de Adam Smith. Ley descubierta por la investigación del equipo de América Libre y Socialista, y en lo particular descubierta por Pablo Carvajal en 1993, VIDA O MUERTE, Disyuntiva de la Humanidad Frente al Sistema Capitalista, obra inédita. Con esta ley, los capitales multinacionales aceleran los términos de la explotación del trabajo, intensificando las manifestaciones de la ley de la plusvalía; la que se realiza, a su vez, por la intensificación de la tasa de ganancia de los capitales en los territorios nacionales invadidos y explotados. Página 33 de este texto.